A pesar de ser uno de los recintos arqueológicos más importantes del planeta y después de siglos de olvido, los camboyanos han recuperado el templo de Angkor Wat como lo que fue, un lugar sagrado y de culto donde adorar y elevar la esencia del hombre a los niveles más altos, los del espíritu. Visitas turísticas y culturales se funden con las de carácter religioso, dando vida a un espacio único y mágico, devolviendo a la vida a una civilización que durante tantos siglos ha estado desaparecida en el interior de la selva.