Los mercado son de gran importancia para la economía vietnamita, en ellos se realizan la mayor parte de las transacciones de compra-venta de las áreas pobladas del país. Agricultores, artesanos, pescadores, todos los que tengan algún producto que ofrecer o que adquirir, necesariamente se dirigirán a ellos.
Lamentablemente, a raíz de la apertura económica, la aparición de grandes superficies comerciales y la afluencia de turistas, mercados míticos como los de Saigón o Hanoi, que ocupan grandes edificios, están provocando cambio en determinados hábitos de consumo entre la población de estas grandes ciudades, convirtiéndolos en lugares más simbólicos y de atracción turística.
Afortunadamente, en la mayor parte de las ciudades, aún conservan su carácter primigenio, favoreciendo las relaciones personales, calmadas y afables, entre sus habitantes. Recorrerlos, formando parte de su bulliciosa vida e intentando confundirse y ser uno más entre este paisaje humano singular, es algo que el viajero, desde el respeto, aún puede conseguir.
«Explosión de colores y olores para los sentidos»